EVANGELIO DÍA 4 DE JULIO



Subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a Su ciudad. Le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico: "¡Ánimo hijo!, tus pecados te son perdonados". Algunos de los escribas se dijeron: "Este blasfema". Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo: "Por qué pensáis mal?, ¿qué es más fácil decir: Tus pecados están perdonados o decir levántate y anda?. Pues para que veáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la Tierra para perdonar pecados, dijo dirigiéndose al paralítico: "Ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa". Se puso en pie y se fue a su casa. Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.
(Mateo 9, 1-8)

MEDITACIÓN

Señor, cuántas veces los calores del verano, logran congelar la vitalidad del espíritu, que queda paralítico con los excesos del culto al cuerpo. Hoy, escucho tu palabra de alerta y ánimo.

Orden del Temple+++