LA BELLEZA QUE NOS RODEA (III)



Autor: Hno. M.A.+

Tener consciencia para ver y disfrutar lo que nos has dado, lo que nos rodea, es algo tan grande como indescriptible, y sin embargo, lo estamos rechazando a diario al negarnos a verlo y sentirlo todo tal como es.

Verlo todo en tonos grises y oscuros, es el empeño que pone el Maligno y no debemos permitir que se salga con la suya, esa sería su gran victoria, de hecho, ya tiene una muy grande, que a mi juicio es o ha sido su mejor truco: Hacernos creer que no existe. Da lástima oír a esas personas tristes decir que son ateos o agnósticos, sin saber de verdad lo que significan esos términos y que repiten porque se lo han oído a otros y les suena bien. Si supiesen de verdad lo que dicen al hablar así, tal vez sentirían miedo de verdad y empezarían a buscar otro camino.

Yo prefiero usar unas palabras de un poeta indio americano, del que no recuerdo su nombre, pero que resumen todo esto es un frase corta: Me declaro vivo. Porque sentirse vivo, es estar en todas las etapas de la ida despierto, porque estando despierto, se puede hacer y sentir las mil cosas bellas de la vida,  que de otra manera, sería imposible hacer o sentir, y es una gran desgracia, pasar por este plano que es la vida que nos ha sido dada en forma física, y que son etapas tan efímeras, dejando escapar como un puñado de arena entre los dedos, todas las sensaciones que la propia vida, la nuestra y la de los que viven en nuestro entorno, nos brinda.

(continuará)

Orden del Temple+++