Cómo es arriba es abajo (III)
La decisiones que fomentan el amor, la armonía y la alegría provienen de la voluntad superior o Divina y siempre nos hacen sentir fuertes.
A
nosotros nos gusta
ser apreciados. Cuando alguien
nos da las
gracias desde el
fondo de su
corazón por algo
que hemos hecho,
experimentamos una sensación
de satisfacción y
placer, y normalmente
queremos dar más. Es
lo mismo allí
arriba: los cielos nos
sonríen cuando apreciamos y
decimos gracias por
lo que hemos
recibido. Entonces los
poderes del Universo
nos envían más.
Son
muchas las personas
que piden a
gritos que sus
ángeles les ayuden
y simplemente no
logran comprender por
qué no les
llega su ayuda. Si
contemplamos un ejemplo
de nuestro planeta:
tu hijo está
gritando para que
le ayudes a
hacer los deberes.
Es más que
posible que te
sientas irritado y
con pocas ganas
de acceder a
su petición.
Por tanto, no es de extrañar que los ángeles hagan oídos sordos a nuestros gritos de socorro egoístas. Cuando tu hijo te lo pide con amabilidad y tú sientes que está dispuesto a valorar tu ayuda, entonces te sientes encantado de ofrecérsela. Lo mismo ocurre con las fuerzas de Luz.
(continuará)
Orden del Temple+++
Por tanto, no es de extrañar que los ángeles hagan oídos sordos a nuestros gritos de socorro egoístas. Cuando tu hijo te lo pide con amabilidad y tú sientes que está dispuesto a valorar tu ayuda, entonces te sientes encantado de ofrecérsela. Lo mismo ocurre con las fuerzas de Luz.
(continuará)
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