La Ley de la atracción (II)
La
ley espiritual es
precisa. El Universo
nos ofrece espejos
para que nos
contemplemos en ellos. Mira
a tu alrededor
y observa a
los personajes que te
rodean. Están interpretando
un papel en
la obra de
tu vida por
algún motivo. Cuanto más
vehementemente negamos que somos
como imanes para
cierto tipo de
persona o situación, más
nos pide nuestro
Yo superior que
observemos atentamente a
nuestra sombra. Esto es un aspecto
negativo de nosotros
mismos que solemos
negar.
La
persona que siempre
está alegre y feliz
pero que parece
estar rodeada de
gente deprimida significará
que las ha
atraído para reflejar
su infelicidad interior. Y a
su vez esas
personas también responden
a un propósito,
posiblemente el de
hacerla sentir necesaria.
La
desesperación es algo
que repele. Una pareja
estaba muy desesperada
por tener un hijo. Lo
habían intentado todo.
Habían acudido a todas
partes. No existía
razón física por
la cual no
pudieran concebir un
niño. Los videntes les repetían
que había un
alma esperando entrar, pero
que su desesperación
resultaba repelente para esa
alma. Decidieron rendirse y
hacer que sus
vidas cobraran sentido
prescindiendo del hijo. En
cuanto lo hicieron,
tuvo lugar un
cambio energético. Emitieron
una energía magnética
de satisfacción, que atrajo
a un espíritu
del Universo, y sin
darse cuenta se
encontraron esperando un
hijo. Algo similar ocurre
cuando alguien está
desesperado por tener
pareja. Los demás captan
esa desesperación a
un nivel sutil
y se retiran.
Cuando cambian esa
energía por otra amorosa,
abierta y de
aceptación, atraen a la
persona adecuada.
Nuestras
creencias ocultas atraen
a personas y
situaciones hacia nosotros.
Si crees que
no eres digno,
atraerás a personas
a tu vida
que te devolverán
reflejada esa creencia
tratándote mal.
Si
crees que tienes
que servir a
los demás, atraerás a
personas que de algún
modo necesitan atención.
Si
crees que nadie es
capaz de comprenderte,
magnetizarás a personas
que no te
entenderán.
Si un
hombre va emitiendo
el mensaje de: “soy controlador y
estoy buscando una
mujer a quien dominar”.
Atraerá a mujeres
que permitirán que
las domine. Casi seguro
que todo ello
será inconsciente. Una mujer
que se haya hecho
cargo de su
propio poder no
se sentirá atraída
hacia esa vibración.
La persona que
sigue atrayendo repetidamente
al mismo tipo
de persona a
su vida es
que continúa transmitiendo
el mismo mensaje.
(continuará)
Orden del Temple+++