EVANGELIO DÍA 1 DE SEPTIEMBRE



Entró Jesús un sábado en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso este ejemplo: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú, y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: Cédele el puesto a este. Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba. Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humille será enaltecido". Y dijo al que le había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos o parientes, ni a los vecinos ricos, porque corresponderán invitándote u quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos, dichoso tú, porque no podrán pagarte y te pagarán cuando resuciten los justos. 
(Lucas 14, 1-7-14).

MEDITACIÓN

Señor, entre la humildad y el amor, estableces  una relación vital. Me enseñas a estar en mi sitio y haces el bien a tus predilectos: Los más pobres, que no podrán pagármelo en esta vida. Quieres que viva con los pies en el suelo y el corazón en el centro.

Orden del Temple+++