VOLUNTAD DE DIOS

Abramos nuestras almas al Espíritu Santo, no pongamos obstáculos a su acción en nosotros; y ¿cuáles son los que generalmente solemos ponerle?. La disipación, derramándonos demasiado hacia fuera, y la propia voluntad por la que procuramos atraer la Voluntad de Dios hacia la nuestra.