LA SABIDURÍA E INTELIGENCIA ESPIRITUAL EN EL CAMINO HACIA EL AMOR DE DIOS (III)


Autor: Hno. M.A.R.+


Es verdad, que para mantener ese sentimiento, es necesario que en la base de nuestra vida espiritual haya mucho espíritu de fe. Debe ser una convicción sólida y no un sentimiento pasajero.
Hay que tener presente, que estamos hablando o sólo de etapas sucesivas en el tiempo, sino de aspectos más contemporáneos al crecimiento de nuestra intimidad con Cristo. La segunda etapa, consiste en creer  en la presencia de Jesús como consecuencia de Su amor creador y salvador. ¡Jesús ha resucitado y nosotros lo creemos!.
Jesús subió al cielo en el sentido  de que no tiene ya relaciones directas con la Tierra, con su humanidad, cómo cuando los apóstoles podían verlo y tocarlo; sin embargo, sigue siendo accesible para nosotros, es decir, nos ve, nos conoce y se halla presente en nuestros más íntimos pensamientos y en todos los momentos de nuestra vida.
Eso tiene que ser verdad, porque estamos seguros de Su amor por nosotros, y no podemos concebir que Jesús, si nos ama tanto, no esté presente en nosotros ni tampoco se interese continuamente. Con Su entrega, Jesús nos pertenece enteramente, nos ha convertido en el centro del mundo sobrenatural, en el sentido de que para nuestra vida Divina, nuestra redención y nuestra felicidad eterna, necesitamos no sólo de un fragmento o una parte de aquel mundo sobrenatural, sino ese mundo entero.

(Continuará)

Orden de Sión+++