EVANGELIO DÍA 8 DE OCTUBRE





Dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la media noche para decirle: Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”. Y desde dentro, el otro le responde: “No me molestes, la puerta está cerrada, mis niños y yo estamos acostados, no puedo levantarme para dártelos”. Si el otro insiste llamando, Yo os digo, que si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la inoportunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues así os digo Yo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca halla y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra?, ¿o si le pide un pez le dará una serpiente?, ¿o si pide un huevo, le dará un escorpión?. Si vosotros pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?”.
(Lucas 11, 5-13)

MEDITACIÓN

Señor, me invitas a que pida al Padre en la oración y deseo pedir lo que sea necesario para mi salvación y la de todos mis hermanos del mundo, con fe y en Tu nombre, por el que nos dijiste, nada nos puede ser negado. Padre, dame al Espíritu Santo, sin el cual estaría muerto, te lo pide en nombre de Jesús el Cristo, que dio Su vida por nosotros, y yo estoy seguro, que no puedes negármelo.


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