EVANGELIO DÍA 12 DE MARZO




Uno de los maestros de la Ley, que les había oído discutir, se acercó Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”. Jesús le contestó: “El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, es el único Señor. Ama al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Y el segundo es: Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Ningún mandamiento es más importante que éstos”. El maestro de la Ley dijo: “Muy bien Maestro. Es verdad lo que dices. Dios es uno solo y no hay otro fuera de Él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y que todos los sacrificios que se queman en el altar”. Al ver Jesús que el maestro de la Ley había contestado con buen sentido, le dijo: “No estás lejos del Reino de Dios”. Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
(Marcos 12, 28b-34)

MEDITACIÓN

No es propio de un buen creyente cristiano, querer aferrarse a los ritos mientras por otro lado se hacen cosas ajenas a la voluntad de Dios y nuestra vida va por otros derroteros. Eso es idolatrar a nuestros pequeños dioses y no somos capaces de amar a nadie salvo a nosotros mismos.

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