EVANGELIO DÍA 2 DE OCTUBRE



En aquel tiempo dijo Jesús: “Escuchad otra parábola: “El dueño de una finca plantó una viña, le puso una cerca, construyó un lagar y levantó una torre. Luego la arrendó y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, mandó unos criados a recibir la parte de la cosecha que le correspondía. Pero los labradores echaron mano a los criados, golpearon a uno, mataron a otro y a otro le apedrearon. El dueño envió otros criados, pero los labradores los trataron del mismo modo. Por último, mandó a su propio hijo pensando: “Sin duda, respetarán a mi hijo”. Pero cuando vieron al hijo  los labradores se dijeron: “Este es el heredero, matémosla y nos quedaremos con la viña”. Así que le echaron mano, lo sacaron de la viña y lo mataron. Pues bien, cuando vuelva el dueño ¿qué creéis que hará con aquellos labradores?. Le contestaron: Matará sin compasión a esos malvados y dará la viña a otros que le entreguen la parte de la cosecha que le corresponde. Jesús les dijo: ¿Nunca habéis leído lo que dicen las Escrituras?. La piedra que despreciaron los constructores es ahora la piedra principal. Por eso os digo que a vosotros se os quitará el Reino y se le dará a un pueblo que produzca los frutos debidos”.
(Mateo 21, 33-43)

MEDITACIÓN

En éste diálogo, Jesús pregunta que pasará con los asesinos del heredero y la gente responde, lo lógico y normal para una mentalidad no cristiana: Merecen la muerte. Sin embargo Jesús, no confirma su respuesta y sólo se limita a decir que el Reino no pertenece a los que actúan como ellos. Ayúdame Señor, a dar fruto y ser un buen labrador de Tu viña.

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