EVANGELIO DÍA 24 DE MARZO



Algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: "Éste es de verdad el profeta"!. Otros decían: "Éste es el Mesías". Pero otros decían: "¿Es que de Galilea va a venir el Mesías?. ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de David?" Y así surgió entre la gente una discordia por Su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima. Los guardias del templo, acudieron a los Sumos Sacerdotes y feriseos, y éstos les dijeron: "¿Por ué no lo habéis traído?". Los guardias respondieron: "Jamás ha hablado nadie como ese hombre". Los fariseos respondieron: "¿También vosotros os habéis dejado embaucar?, ¿hay algún jefe o fariseo que haya creído en Él?. Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos". Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: "¿acaso nuestra Ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?". Ellos le replicaron: "¿También tú eres galileo?. Estudia y verás que de Galilea no salen profetas". Y se volvieron cada uno a su casa.
(Juan 7, 40-53)

MEDITACIÓN

Señor, jamás habló ni hablará nadie en el mundo como Tú. Hasta tus enemigos lo reconocían, aunque no lo aceptaran como norma para su vida. Pero no sólo con tu palabra, sino también con tu amor, tu vida, tu sangre y tu muerte y resurrección, me atraes con una fuerza irresistible. Yo quiero aceptar tu Palabra, porque me transmite una verdad que libera y me lleva a la Vida.

Copyright. Todos los derechos reservados. Orden del Temple, 2.012