EVANGELIO DÍA 17 DE NOVIEMBRE



Jesús, para explicar a sus discípulos como tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: "Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni le imporetaban los hombres. En la misma ciudad, había una viuda que solía decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario".  Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque no temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara". Y el Señor añadió: "Fijaos en lo que dice el juez injusto, pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?, ¿o les dará largas?. Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la Tierra?".
(Lucas 18, 1-8)

MEDITACIÓN

Señór, día y noche te pido que me hagas justicia frente a mi eterno adversario: El maligno, envidioso de la felicidad que prometes a tus elegidos. No me dejes caer en la tentación. Con la Luz de Tu Palabra, la fuerza de Tu gracia y mi oración perseverante, es lo que quieres encontrar cuando vuelvas. Ven Señor, te esperamos.

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