EVANGELIO DÍA 12 DE ENERO



Fue Jesús con sus discípulos a Judea, se quedó allí con ellos y bautizaba. También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salín, porque había allí agua abundante. La gente acudía y se bautizaba (a Juan todavía no lo habían metido en la cárcel). Se originó entonces una discusión entre un judío y los discípulos de Juan, acerca de la purificación. Ellos fueron a Juan y le dijeron: "Oye, Rabí, el que estaba contigo bautizando en la otra orilla del Jordán, de quién tú has dado testimonio, ése está bautizando a todo el que acude a Él". Contestó Juan: "Nadie puede tomarse algo para sí, si no lo dan del Cielo. Vosotros mismos sois testigos que yo dije: Yo no soy el Mesías, sino que me han enviado delante de Él. El que lleva a la esposa es el esposo, en cambio, el amigo del esposo, que asiste y lo oye, se alegra con la voz del esposo. Pues esta alegría mía está colmada. Él tiene que crecer y yo menguar".
(Juan 3, 22-30)

MEDITACIÓN

Señor, es admirable y consecuente la actitud de tu primo Juan. Sabe cuál es su puesto y cuál es el tuyo, él acepta ir desapareciendo para que todos veamos en ti al único salvador.

 Orden del Temple, 2.013