EVANGELIO DÍA 17 DE FEBRERO



Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: "Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan". Jesús le contestó: "Está escrito: No solo del pan vive el hombre". Después, llevándolo a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré el poder y la gloria de todo esto, porque a mi me lo han dado y yo se lo doy a quien quiero. Si Tú te arrodillas delante de mi, todo será tuyo". Jesús le contestó: "Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás culto". Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en el alero del templo y le dijo: " Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: Encargarás a los ángeles que cuiden de ti". y también, "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras". Jesús le contestó: "Está mandado: No tentarás al Señor tu Dios". Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
(Lucas 4, 1-13)

MEDITACIÓN

Señor, tu actitud tajante frente al diablo en sus tentaciones, es una lección para mi, porque en sus tentaciones no lo rechazo tajantemente con la Palabra de Dios. Como Tú, no quiero buscar milagros, ni poder, ni ostentación, sólo quiero  vivir con la grandeza y la sencillez de la fe.

Orden del Temple, 2.013