VIDA DE CRUZ

Es duro el seguir a Cristo. Implica el desprendimiento de nosotros mismos, la renuncia de nuestro yo. En teoría está bien, pero en la práctica... . Hay que trabajarlo mucho por dentro para que se llegue a hacer vida. Hay que llevarlo a la oración y no cansarnos de pedirle al Señor que nos lo dé. No hay dos Reinos gloriosos.