EVANGELIO DÍA 21 DE ABRIL



Dijo Jesús: "Mis ovejas escuchan mi voz y Yo las conozco y ellas me siguen, y Yo les doy la vida eterna y no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno".
(Juan, 10, 27-30)

MEDITACIÓN

Señor, hablas de rebaño y de ovejas, pero no eres pastor de manadas, sino de cada oveja en particular. Me quieres personalmente y escucho tu voz que me da plena seguridad, por eso estoy en tus manos.

Orden del Temple+++, 2.013