EVANGELIO DÍA 23 DE ABRIL



Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno y Jesús se pareaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos rodándole, le preguntan: "¿Hasta cuando nos vas a tener en suspenso?, si tú eres el Mesías dínoslo francamente". Jesús les respondió: "Os lo he dicho y no creéis; las obras que Yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mi Pero vosotros no creéis porque no sois ovejas  mías. Mis ovejas escuchan mi voz y Yo las conozco, y Yo les doy la vida eterna, no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatármelas de la mano. Yo y el Padre somos uno".
(Juan 10, 22-39)

MEDITACIÓN

Señor, tú me conoces mejor que yo mismo y sabes que no puedes dejarme solo porque me pierdo entre los falsos pastores. Quiero seguirte a ti y hacer caso sólo de tu voz hasta la vida eterna.

Orden del Temple+++. 2.013