VIRGEN SANTÍSIMA

Si miramos a la Santísima Virgen del Adviento, la vemos tan humilde, tan recogida, tan silenciosa, tan dispuesta a hacer la voluntad de Dios y tan sencilla, sin llamar la atención y sobresalir en nada, guardando el secreto de Su maternidad Divina. ¡Cuando nos enseña Ella, tan llena de gracias y virtudes!.