EVANGELIO DÍA 3 DE JUNIO



Jesús se puso a hablar en parábolas a los Sumos Sacerdotes, a los escribas y a los ancianos: "Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje., A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo apalearon y lo despidieron con las manos vacías. Les envió otro criado; a éste lo insultaron y lo descalabraron. Envió a otro y lo mataron, y a otros muchos los apalearon o los mataron. Le quedaba uno, su hijo querido, y lo envió el último, pensando que a su hijo lo respetarían. Pero los labradores se dijeron: "Este es el heredero. Venga, lo matamos y así será nuestra la herencia. Y agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la casa?. Acabará con los labradores y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto: La piedra que desdeñaron los arquitectos es ahora la piedra angular?. Es el Señor quien lo ha hecho. Ahora es un milagro patente" Intentaron echarle mano, porque veían que la parábola iba por ellos, pero temieron a la gente y dejándolo allí, se marcharon.
(Marcos 12, 1-12)

MEDITACIÓN

Señor, la parábola va por mi, pero yo no intento echarte mano sino que reconozco que me dices la verdad de mi vida. Te pido, Señor, que jamás me separe de ti por la muerte del pecado.

Orden del Temple+++, 2.013