CHISPAS DE SABIDURÍA

En la oración, levanta el corazón y evita las oraciones complicadas y de bellas palabras. Que éstas broten espontáneamente de tu corazón, como si estuvieras conversando con un amigo muy querido. Rezar, no es una obligación que es necesario cumplir para tranquilizar la conciencia. Ora con amor, sintiendo la vida de cada una de las palabras que pronuncias, para que la comunión con Dios produzca sus frutos. Que la oración se vuelva algo indispensable de tu bienestar espiritual.