EVANGELIO DÍA 19 DE SEPTIEMBRE





Se le juntaba a Jesús mucha gente y al pasar por los pueblos, otros se iban añadiendo. Entonces, les dijo esta parábola: “Salió el sembrador a sembrar su semilla. Al sembrarla, algo cayó al borde del camino, lo pisaron y los pájaros se lo comieron. Otro poco, cayó en terreno pedregoso y al crecer, se secó por falta de humedad. Otro poco, cayó entre zarzas y las zarzas creciendo al mismo tiempo, lo ahogaron. El resto, cayó en tierra buena y al crecer dio fruto al ciento por uno”. Dicho esto exclamó: “El que tenga oídos para oír, que oiga”. Entonces, le preguntaron los discípulos: “¿Qué significa esta parábola?”. Él les respondió: “A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del Reino de Dios; a los demás, sólo en parábolas, para que viendo no vean y oyendo no entiendan. El sentido de la parábola es este: “La semilla es la Palabra de Dios. Los del borde del camino, son los que escuchan, pero luego viene el diablo y se lleva la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. Los del terreno pedregoso son los que al escucharla, reciben la Palabra con alegría, pero no tienen raíz; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba fallan. Lo que cayó entre zarzas, son los que escuchan, pero con los afanes y riquezas y placeres de la vida, se van ahogando y no maduran. Los de la tierra buena, son los que con un corazón noble y generoso, escuchan la Palabra, la guardan y dan el fruto perseverando”.
(Lucas 8, 4-15)

Meditación

Señor, cada día cae la semilla de Tu Palabra en mi corazón, más ¿cómo lo encuentra?, ¿cómo acoge Tu palabra?. Muchas veces, me veo reflejado en la tierra que está al borde del camino, entre piedras y zarzas. Tú eres del mejor sembrador y puedes preparar la tierra de mi corazón, para que esté dispuesto a acoger la semilla de la Palabra, brote y de los mejores frutos para mi y para todos los que me rodean.



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