EVANGELIO DÍA 14 DE MARZO



Dijo Jesús a los judíos: "Si Yo doy testimonio de mi mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mi y sé que es válido el testimonio que da de mi. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la Verdad. No es que Yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es porque vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que tengo es mayor que el de Juan: Las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mi: Que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, Él mismo ha dado testimonio de mi. Nunca habéis escuchado Su voz, ni visto Su semblante, y Su Palabra no habita en vosotros, porque al que Él envió no le creéis. Estudiáis las Escrituras pensando en encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mi ¡y no queréis venir a mi para tener Vida!. No recibo gloria de los hombres, además os conozco, y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibísteis; si otro viene en nombre propio, a ese si le recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios?. No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a Mi".
(Juan 5, 31-47)

MEDITACIÓN

Señor, me resulta muy duro lo que dices a los judíos: No queréis venir a mi para tener Vida. Y lo dices "para que vosotros os salvéis". Yo te pido que no dejes de decirme la Verdad, corregirme y guiarme para que vaya a ti y jamás te deje.

Orden del Temple, 2.013