LA IMPRESCINDIBLE REGENERACIÓN (VI)



Para motivaron en vuestra toma de decisión de regeneraros ya, a partir de aquí y ahora, os he recordado una serie de datos, partiendo del Plan y la Voluntad del Padre, hablando de los signos apocalípticos que son el SIDA y  Chernobyl, y mencionando una larga lista de destrozos individuales, que nosotros mismos provocamos en nuestra propia vida. También os he invitado a tomar consciencia profunda y aguda de que sois “llamados” a ser Hijos de Dios, verdaderos Hijos, individualmente y no colectivamente, y que cada verdadero Hijo, tiene que ganar el reconocimiento, la consideración y la confianza de su Padre, es decir, que debe seguir todo un proceso de filiación. Dice Jesús en el Evangelio de Tomás: “Cuando conoceréis, seréis conocidos”, y es cierto, pues el Conocimiento es una Alquimia, una transformación regeneradora, o lo que es lo mismo, una redención. Cuando salimos de las tinieblas de la ignorancia, sabemos perfectamente como llamar la atención del Padre y hacernos reconocer de Él, pues la relación se establece directamente y sin interferencias.
  
Por eso, la Iniciación Crística a través de los Pequeños y Grandes Misterios, es el camino real e infalible de la Generación o la Redención, pues conduce cierta y seguramente a la fiabilidad Divina, puesto que ha sido preparado e inaugurado por el mismo Hijo Unigénito, y el Hijo espera que le sigamos, todos y sin excepción, los que estamos en Su Milicia. Hemos concentrado nuestros trabajos sobre la necesidad urgente para algunos, de iniciar en concreto y en la vida práctica el proceso de Regeneración y para otros de acelerar el mismo. Os invito, por consiguiente, a buscar conmigo el Sendero de la Vida del Templario en el mundo de hoy, de forma concreta y práctica.

Hace varios años, se determinó en la Orden un esquema general de orientación del comportamiento Templario, utilizando el cuadro constitutivo de la persona en nueve casillas y más particularmente las tres primeras:

Ø     Casilla número 1: Cuerpo del Cuerpo.
·        Alimentación. Primer nivel.
·        Respiración. Segundo nivel.
·        Instintos. Tercer nivel.

Ø     Casilla número 2. Alma del Cuerpo.
·        Lucha para vivir. Primer nivel.
·        Actividad y diligencia. Segundo nivel.
·        Equilibrio y paciencia. Tercer nivel.

Ø     Casilla número 3. Espíritu del Cuerpo.
·        Voluntad y espíritu de servicio. Primer nivel.
·        Generosidad y caridad. Segundo nivel.
·        Humildad. Tercer nivel.

El Sendero de la regeneración, empieza por los principios enunciados en este trabajo y su profundización. En primer lugar, les voy  a recordar y luego intentaré completar, y si es posible, ir más lejos o más alto. Decía que la regla maestra del comportamiento Templario, es la búsqueda de un justo equilibrio, “in medio staf virtus”, y habremos superado el falso antagonismo entre el vegetarianismo y el régimen carnívoro, diciendo que cada uno debe de buscar lo que mejor le conviene, en función de sus propias características, de sus condiciones de vida y del Sendero Iniciático que quiere seguir.

(continuará)

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