Dijo Jesús a sus apóstoles: "Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla, ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto ni sandalias, ni bastón, bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad, si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros".
(Mateo 10, 7-13)
MEDITACIÓN
Señor, Bernabé, el compañero de Pablo en sus viajes evangelizadores, pone ante mi la vocación de todos los que hemos sido bautizados. Que tu Luz me haga ver la Luz, para poder iluminar a los demás.
Orden del Temple+++, 2.013
