EVANGELIO DÍA 3 DE NOVIEMBRE



Entró Jesús en Jericó y atravesaba la ciudad. Un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía porque era bajo de estatura. Corrió más adelante y se subió a una higuera para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquél sitio, levantó los ojos y dijo: "Zaqueo, baja enseguida porque hoy tengo que alojarme en tu casa". Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador". Pero Zaqueo, se puso en pie y dijo al Señor: "Mira, la mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres y si de alguno me he aprovechado, le restituiré cuatro veces más". Jesús le contestó: "Hoy ha sido la salvación de esta casa, también este es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido".
(Lucas 19, 1-10)

MEDITACIÓN

Señor, quién iba a decirle a Zaqueo, que su escasa estatura iba a ser la causa de su salvación. Hoy y todos los días, te ruego te alojes en mi casa y que acoja con alegría la salvación que viene sólo de ti.

Orden del Temple+++