EVANGELIO DÍA 5 DE FEBRERO




El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama había corrido por todas partes y algunos decían: “Juan el Bautista ha resucitado y por eso tiene este poder milagroso”. Es que Herodes, por causa de Herodías, había mandado apresar a Juan y le habían hecho encadenar en la cárcel. Herodías, era esposa de Felipe, hermano de Herodes, pero Herodes se había casado con ella. Herodías odiaba a Juan y quería matarle, pero no podía porque Herodes le temía y le protegía, sabiendo que era un hombre justo y santo. Pero Herodías vio llegar su oportunidad, cuando Herodes en su cumpleaños, dio un banquete. La hija de Herodías entró en el lugar del banquete y bailó y tanto le gustó el baile a Herodes y a los que estaban cenando con él, que el rey dijo a la muchacha: “Pídeme lo que quieras y yo te lo daré”. Ella salió y preguntó a su madre: “¿Qué puedo pedir?”. Le contestó: “Pide la cabeza de Juan el Bautista. El rey se disgustó mucho, pero como había hecho un juramento en presencia de sus invitados, no quiso negarle lo que le pedía. Así que envió en seguida a un soldado con la orden de traerle la cabeza de Juan.
(Marcos 6, 14-29)

MEDITACIÓN

Hay muchas cosas en la vida que no podemos evitar. Por tanto, cuando hemos hecho todos los intentos posibles por cambiarlas y resultan inútiles, tendría que comenzar a preguntarme que es lo que me está diciendo Dios con eso.

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