EVANGELIO DÍA 22 DE OCTUBRE



Por aquel tiempo, fueron unos a ver a Jesús y le contaron lo que Pilato había hecho: Sus soldados mataron a unos galileos cuando estaban ofreciendo sacrificios, y la sangre de esos galileos se mezcló con la sangre de los animales que sacrificaban. Jesús les dijo: “¿Pensáis que aquellos galileos murieron así por ser más pecadores que los demás galileos?. Os digo que no, y si vosotros no os volvéis a Dios, también moriréis. ¿O creéis que aquellos dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima eran más culpables que los demás que vivían en Jerusalén?. Os digo que no y que si vosotros no os volvéis a Dios, también moriréis”. Jesús les contó esta parábola: “Un hombre había plantado una higuera en su viña, pero cuando fue a ver si tenía higos, no encontró ninguno. Así que dijo al hombre que cuidaba la viña: Mira, hace tres años que vengo a esta higuera en busca de fruto, pero nunca lo encuentro. Córtala. ¿Para que ha de ocupar terreno inútilmente?. Pero el que cuidaba la viña le contestó: Señor, déjala todavía este año. Cavaré la tierra a su alrededor y le echaré abono. Con eso, tal vez de fruto y si no, ya la cortarás”.
(Lucas 13, 1-9)

MEDITACIÓN

Sorprende que en esta parábola se sugiera la idea de terminar un tiempo de espera, pero se presenta una actitud alternativa por parte de Dios, una justicia más pronta a la que no estamos acostumbrados. Pídele a Dios que te de un conocimiento real de ti mismo, que te enseñe a no comparar tus respuestas con las de otros, ni a cuestionar los planes de Dios para con otros.

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