Cómo es arriba es abajo (II)
Cuando
estás feliz el cielo
se alegra. La voluntad de
Dios es que
tú hagas aquello
que te da alegría, como
un sentido de
la realización y
de tu propio
valor.
Un
padre o madre
juicioso ofrece una
orientación a sus
hijos y les
otorga el poder
para que realicen
sus propias elecciones.
Si ellos ignoran
el consejo, el
padre, que les
ama, les apoya en
aquello que decidan
hacer.
Dios
también nos ofrece.
Su guía mediante
los sueños, la
meditación o fomentando
la intuición. Nos da
un total y
libre elección de
si la aceptamos
o no, y
nos apoya incondicionalmente escojamos
lo que escojamos.
No se preocupa
porque optemos por
algo en concreto.
Aunque
tiene libre albedrío,
tu alma está
anhelando que escojas
el camino que
te lleve a
un mayor crecimiento
espiritual. No obstante, la
mayoría de nosotros tenemos
que aprender por
experiencia que las
elecciones irresponsables y egoístas nos
conducen a una
mala salud, a fracasos
y desgracias.
Muchas
veces descubrimos por
la vía difícil
que cuando actuamos
desde nuestra voluntad
inferior, que es
nuestro propio deseo
egoísta, el resultado
inevitable es que
nos sintamos mal.
Un
padre juicioso anima
a su hijo a
que exprese su
talento y no
se empeña en
que éste siga
un camino u
otro. Las elecciones basadas
en el miedo
provienen de nuestra
voluntad inferior. “Hágase tu
voluntad” significa: “ayúdame
a tomar mis
decisiones desde mi
Yo superior” Las decisiones
sabias y valientes
dan como resultado
la felicidad, la
buena salud y
la abundancia.
(continuará)
Orden del Temple+++