EVANGELIO DÍA 11 DE NOVIEMBRE



Enseñaba Jesús a la multitud y les decía: "¡Cuidado con los escribas!. Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes, y devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Ésos recibirá una sentencia más rigurosa". Estando Jesús sentado enfrente al cepillo del templo, observaba a la gente que iba echando dinero; muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a los discípulos les dijo: "Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir".
(Marcoa 12, 38-44)


MEDITACIÓN

Señor, mientras los soberbios escribas ostentaban su prepotencia, Tú te fijas y alabas a la pobre viuda que daba una pequeña pero a la vez, enorme limosna. Que poco ha de importarme la opinión que la gente tenga de mi, ¡sólo me interesa lo que opines Tú, Señor!.

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