EL TESTAMENTO DE RAMÓN LLULL (V)



Capítulo cuarto

Sobre el fuego

Aunque en nuestros libros hayamos tratado perfectamente tres clases de fuego a saber: Del natural, del connatural y del contra- natura, y aún de otras diversas formas de nuestro fuego, queremos sin embargo , mostraros un fuego compuesto de varias cosas.

Es un gran secreto llegar al conocimiento de este fuego, ya que no es humano, sino angélico. Hay que revelaros este don celeste, pero por miedo de que la maldición y la execración de los filósofos, la cual ha confiado a los que vinieron después de ellos, caiga sobre nosotros, roguemos a Dios, a fin de que el tesoro de nuestro fuego secreto no pueda pasar y llegar más que a manos de los sabios y no de ningún otro.

¡Oh, hijos de la sabiduría!, aguzad vuestros oídos para bien comprender y percibir nuestro fuego compuesto , que lo será de dos cosas. Sabed que el Creador de todas las cosas ha creado dos cosas apropiadas para ese fuego, a saber: El excremento del caballo y la cal viva, cuya reunión causa nuestro fuego, y cuya naturaleza es la siguiente: Tomad el vientre de caballo, es decir, una parte de estiércol bien digerido y otra parte de cal viva pura. Compuestas estas cosas, amasadas conjuntamente y puestas en nuestro horno, con nuestro vaso situado en el centro, conteniendo la materia de nuestra piedra, una vez esté el horno bien cerrado por todas partes, tendréis entonces el fuego Divino colocado en su horno sin carbón ni luz, lo que no puede ser de otra manera, si se tiene todo lo que es necesario. Pero este estiércol y esta cal, son filosóficos y se avienen a nuestra materia, la cual posee fuego interno y Divino, pues nuestro fuego artificial es el débil calor producido por el fuego de la lámpara.

(continuará)

Orden del Temple+++