EVANGELIO DÍA 3 DE SEPTIEMBRE



Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea y los sábados enseñaba a la gente. Se quedaban asombrados de Su doctrina, porque hablaba con autoridad.Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo y se puso a gritar a voces: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno?, ¿has venido a acabar con nosotros?. Sé quién eres: El Santo de Dios". Jesús le intimó: "¡Cierra la boca y sal!". El demonio tiró al hombre por tierra en medio de la gente, pero salió sin hacerle daño. Todos comentaban estupefactos: "¿Qué tiene Su Palabra. Da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos y salen". Noticias de Él iban  llegando a todos los lugares de la comarca.
(Lucas 4, 31-37)

MEDITACIÓN

Señor, los ciudadanos de Cafarnaún estaban encantados con tu doctrina, avalada por tus milagros. Tu doctrina es maravillosa y cada día me deleito con la sabiduría de tus palabras, tus obras de misericordia y la cercanía que tienes con los débiles. Efectivamente, eres el Santo de Dios.

Orden del Temple+++