EVANGELIO DÍA 5 DE DICIEMBRE



Jesús, bordeando el lago de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a Él mucha gente, llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros. Los echaban a sus pies y Él los curaba. La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos y dieron gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me dá lástima de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que se desmayen en el camino". Los discípulos le preguntaron: "¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?". Jesús les preguntó: "¿Cuántos panes tenéis?". Ellos contestaron: "Siete y unos pocos peces". Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, dijo la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos y los discípulos a la gente. Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: Siete cestas llenas.
(Mateo 15, 29-37)

MEDITACIÓN

Señor, no sólo te ocupas de anunciar el Reino de Dios, sino que tambuién lo haces de saciar el hambre física de todos los que se encontraban contigo. Yo también estoy llamado a dar respuesta a los problemas temporales de mis hermanos y a ser testigo de tu misericordia.

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