AMOR FRATERNO

Cimentemos este amor al prójimo en el amor de Dios, porque amamos a Dios nos damos a los demás, sobrellevamos sus defectos, les servimos, les respetamos, les honramos, nos amoldamos a sus gustos, nos bajamos a ellos, venciendo nuestro egoísmo, nuestro amor propio y nuestra inconstancia.