EVANGELIO DÍA 17 DE SEPTIEMBRE



Él les contó esta parábola: “Un sembrador salió a sembrar, y al sembrar, una parte cayó en el camino y fue pisoteada y las aves se la comieron. Otra parte, cayó entre piedras y brotó, pero se secó por falta de humedad. Otra cayó entre espinos y al nacer juntamente con los espinos, la ahogaron. Pero otra parte, cayó en buena tierra y creció y dio una buena cosecha, hasta de cien granos por semilla”. Los discípulos preguntaron a Jesús que significaba aquella parábola. Él les dijo: “A vosotros, Dios os da a conocer los secretos de Su Reino, pero a los otros les hablo por medio de parábolas, para que por mucho que miren no vean y por mucho que oigan no entiendan. Esto significa la parábola: La semilla representa el mensaje de Dios. LA parte que cayó en el camino, representa a los que oyen el mensaje, pero viene el diablo y se lo quita del corazón. La semilla que cayó entre las piedras, representan a los que oyen el mensaje y lo reciben, pero luego fallan. La semilla que cayó entre espinos, representa a los que oyen, pero poco a poco se dejan ahogar por las preocupaciones, las riquezas y los placeres. Pero la semilla que cayó en buena tierra, representa a las personas que con corazón bueno y dispuesto, oyen el mensaje y lo guardan y permaneciendo firmes, dan una buena cosecha”.
(Lucas 8, 4-15)

MEDITACIÓN

En privado, en la reunión entre amigos, en un clima de hogar, los discípulos preguntan más, quieren entender mejor la Palabra, la enseñanza. Los grupos que nos llamamos cristianos y de una manera y lugar distintos, somos seguidores de Jesús, debemos ofrecer estos diálogos, escuchar, buscar, para mirar al Señor más de cerca. Aporta tu grano de arena para que crezca el espacio en el que Jesús sigue hablando.

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