En aquel tiempo dijo Jesús: “Sed compasivos, como también vuestro Padre es compasivo. No juzguéis a nadie y Dios no os juzgará a vosotros. No condenéis a nadie y Dios no os condenará. Perdonad y Dios os perdonará. Dad a otros y Dios os dará a vosotros, llenará vuestras bolsas con una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Dios os medirá con la misma medida con que vosotros midáis a los demás”.
(Lucas 6, 36-38)
MEDITACIÓN
Si no sintiera Tu compasión por mi, Señor, sólo gritaría que Tu Ley es imposible, pero cuando tomo conciencia de cómo ante mis faltas recibo Tu perdón, compasión y más oportunidades para rectificar, no puedo pensar igual. ¿Cuánto le falta a mi corazón de piedra para ser un corazón lleno de amor hacia los demás, ¿cuándo decidirá dejar el papel de víctima y ser simplemente un hermano?.
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