Incluso
los profesionales de
todo tipo, objetivos
y con mucha
experiencia, ven el
mundo a través
de cristales de color.
Es casi inevitable
porque tenemos una consciencia humana. Cuando estamos
cien por cien
desapegados y somos
capaces de observar
desde una perspectiva
totalmente objetiva, podemos
ver claramente a la persona o
la situación. Hasta que llegue ese
momento, es preferible
eliminar las proyecciones
de nuestra vida.
Tu
vida es aquello
que experimentas. Otras
personas probablemente lo
viven de manera
muy diferente. Así que cuidado
con sus proyecciones
y trabaja sobre
ti mismo. Si comprendes
esta ley tendrás
grandes posibilidades para
crecer personal y
espiritualmente.
No sabes
qué siente la
otra persona ni cómo
es. Todo lo que
ves en el
otro es una
proyección de un
aspecto tuyo.
(continuará)
Orden del Temple+++