VIRGEN SANTÍSIMA

Meditando en la vida de la Santísima Virgen, vemos cuánto de humildad podemos aprender de Ella, que siendo una criatura como nosotros, es verdad que sin estas profundas raíces de malas inclinaciones, pero al fin criatura, supo corresponder a las gracias que recibió con una generosidad y fidelidad perfectas, viviendo constantemente en actitud de humilde esclava del Señor.