Nuestro verdadero destino, es llegar a ser Verdaderos Hijos de Dios y sin duda alguna, nos falta un largo camino. Pero el camino se hace andando paso tras paso y cada Pasaje, es para nosotros una magnífica oportunidad, para dar un gran paso adelante. Por lo tanto, preparémonos y hagamos todo lo necesario para que sea así.
Debemos empezar por ver en que punto nos encontramos, a que nivel de Conocimiento de los Misterios Crísticos hemos llegado. Pero si no hemos pasado por las principales etapas de la Iniciación Menor, difícilmente podremos acercarnos a la Mayor, aunque debo tranquilizar enseguida a los hermanos que todavía no han podido emprender este camino Iniciático, diciéndoles que el presente trabajo puede servirles de preparación, pues en efecto, el primer objeto de la Iniciación Menor, es despertar el espíritu, buscar las maneras de purificar el psiquismo y modificar las viejas costumbres del cuerpo buscando su equilibrio, armonización y sutilización, porque solo así, es como el Aspirante a la Iniciación, puede adquirir la capacidad de utilizar los Arcanos.
Primer Escalón. Es el primer paso, sin el cual no existirían los siguientes, y consiste en tomar la firme decisión de arrancar en el Sendero del Grial y al mismo tiempo de pasar por el Bautismo por agua (no el Bautismo religioso), sino el Bautismo Iniciático que conlleva la muerte del “viejo hombre”. Pero todos sabemos que este “viejo hombre”, nunca acaba de morirse y que surge siempre, en lugar del “hombre nuevo”. Este primer escalón, comporta también el comienzo de la formación de la consciencia, de la necesidad de adquirir una vida espiritual real y efectiva, y la conciencia de tomar el control de nuestro propio pensamiento para madurar; para llegar a ser adulto espiritualmente hablando. Porque es nuestro pensamiento, el que nos llevará a Dios y por eso necesita una forja.
Segundo Escalón . Aquí comienza ya el cambio del alma, por la conquista y el dominio efectivo del pensamiento, para poner en orden la propia casa interna, limpiarla, y empezar a construir en ella el Santuario Interno. Porque somos llamados a ser verdaderos Templos del Espíritu, lo que se entiende como Templos sagrados y que ataña a los tres Planos de cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo de carne y huesos, sangre, agua y minerales, no es un simple traje que se cambia o echa de menos cuando no sirve más, es nuestro mundo manifestado por nuestro espíritu, por medio de nuestra alma; es la expresión de nuestro microcosmos, de nuestro pequeño universo. Cuando Jesús el Cristo resucitó, lo hizo con el cuerpo que había sido torturado, flagelado y traspasado. El mismo cuerpo llevando las huellas gloriosas de Su martirio. Esto debe hacernos reflexionar.
Tercer Escalón . Es una preparación directa al segundo Nacimiento, al Nacimiento en el Espíritu Divino. Son pasos imprescindibles que llevan hacia ello, primero, la elaboración de una Fe consciente, adulta, activa, desarrollada poco a poco con persistencia; luego, la espiritualización progresiva de la conciencia, llegándose uno a dar contestación a preguntas tan fundamentales como el conocimiento de sí mismo, y la meta en la vida presente. Por fin, con el despertar de esta consciencia, captar la realidad del Reino de Dios que se implanta en la Tierra, y más particularmente en los corazones, en un Orden Nuevo que surge de dentro y que te hace vivir una Vida totalmente nueva por dentro.
Esto, ya no es tan fácil, cuando uno vive en permanencia en el mundo, pero es un test revelador. Muchos de nosotros, hemos recibido el Bautismo de la Nueva Era, pero, ¿continuamos realmente a vivir en ella?. Debemos aprovechar nuestros Pasajes para avivar la Fe y la consciencia de pertenecer realmente a la Nueva Humanidad. Cristo, cuando venga el Paráclito, mantendrá nuestra consciencia viva y despierta, pero por el momento, esto depende de nuestro propio esfuerzo y nuestra vigilancia.
Cuarto Escalón . Atañe a la energía purificadora del Agua Viva y su búsqueda. Llegado ya a este nivel, debes empezar a sentir el efecto vivificador y purificador de la Palabra en ti. Debes haber despertado y formado tu Intuición profunda, teniendo como base los Arcanos Crísticos para poder cerrar pasos a tu imaginación e impulsiones psíquicas. Y sobre todo, debes haber ya conseguido, vislumbrar el sentido de tu misión en esta vida, pues sin ello, no puedes saber como orientarte.
Ya puedes constatar la progresión veloz del proceso de Iniciación Crística, puesto que haber llegado solamente al Cuarto Escalón, supone haber encontrado el verdadero sentido de tu vida y descubierto tu misión. Esto ya va en serio, y quien no lo ha hecho, realmente no podrá pretender ir mucho adelante, puesto que, repito porque es fundamental, la Iniciación no es aprender cosas, sino transformarse a sí mismo, y aplicarse también un proceso Alquímico.
Quinto Escalón . Entramos de lleno en esta transformación por el reto de la regeneración imprescindible. Si uno no tiene clara la necesidad de auto regenerarse, no vale la pena intentar ir mas lejos. Tampoco si no decides hacerlo. Renovación de la propia alma y de la inteligencia, reemplazando los criterios del mundo utilizados hasta aquí, por los criterios Crísticos. Es el momento de establecer un plan de batalla riguroso, para no caer en la trampa de ganar en un plano y retroceder en otro. Si el alma no corresponde al espíritu o viceversa, el ser no funciona: la división interna es la victoria del Adversario.
Sexto Escalón . Supone que todas las dificultades de los cinco primeros han sido superadas y todos los logros conseguidos, puesto que reta al Aspirante al Pan de Vida, que es la propia Palabra; esta Palabra que es “ Espíritu y Vida” del Verbo. Es el “Pan que está más allá de toda sustancia” que decimos al orar el Padre Nuestro, y que se debe buscar con más afán todavía que el pan de cada día, que tomamos para nuestro sustento físico. Es la condición imprescindible para poder “obrar en Dios”, o sea, poder hacer algo que tenga un cierto valor espiritual. Hasta entonces, nuestros actos no habrán tenido un fundamento real.
Séptimo Escalón . Ya señala un primer triunfo en la escalera Iniciática. El Iniciado empieza a advertir cosas, más allá de las apariencias y comprende que no puede emitir un juicio definitivo sobre las personas y las cosas. Sabe distinguir la Enseñanza Divina y donde buscarla. Comienza a sentir el profundo deseo de conocer la Voluntad del Padre y cumplir con ella.
Octavo Escalón . En éste, se adquiere el sentido de la Justicia ante Dios y el sentimiento del servicio al Padre; y éste Conocimiento que corresponde a la autenticidad de las relaciones con el Padre Dios, abre realmente el camino de la libertad, pues el Iniciado comprende que no son relaciones entre Señor y siervos, sino de familia.
Entonces el Iniciado, cambia de posición y aún consigue más, conformarse con la Voluntad Divina, y se entrega completamente al servicio de Dios, y mientras más lo hace, más libre se encuentra.
Noveno Escalón . Otorga la confirmación de hacer optado definitivamente por la Luz y estar totalmente decidido a rechazar las tinieblas. Por un movimiento surgido del fondo de su ser, el Iniciado ha penetrado en la Vía Sagrada, encendiendo una antorcha en su corazón y la mantiene encendida.
Décimo Escalón . Alcanza la Puerta del Reino, el umbral de la Vida eterna y esto debe significar para el Iniciado, haber encontrado las llaves que le permiten entrar. Ha comprendido que es el destinatario de la Palabra, que ya ha penetrado en él, le transforma y le purifica, para recibir esta vida en abundancia.
Décimo primer Escalón . Puede el Iniciado, enfrentarse con valentía y absoluta confianza, a la amenaza constante de la muerte. Se trata para él, de conseguir una resurrección Iniciática. Ya su vida se habrá transformado radicalmente. Es un hombre nuevo, todavía haciendo sus primeros pasos en la Nueva Vida, pero ha cambiado irremisiblemente de plano.
Décimo segundo Escalón . Es la confirmación del presente y por la Iniciación Mayor, debemos integrar en nosotros mismos, en una síntesis microcósmica, todos los mundos. Esto significa adquirir el justo sentido de su realidad metafísica por medio de la forja y desarrollo de un pensamiento capaz de trabajar a éste nivel, y de llevarle a Dios.
La Iniciación Mayor, nos debe llevar al Hombre Universal, que es el Cristo por quien todo ha sido creado. Fuera de Él, nada ha sido creado, por consiguiente, es el Verbo Creador de todos los mundos.
Debemos hacernos Cristos como Él, a Su imagen y semejanza, aunque a una escala bastante reducida por supuesto, pero con una extensión planetaria y universal. Todo esto, depende de la forja y el desarrollo de nuestro pensamiento, enraizado sobre los Arcanos del Verbo Creador y dinamizado por Ellos. En virtud de la Palabra “Haréis las cosas que Yo hago y cosas más sorprendentes todavía”; y con los Arcanos de la Madre Universal, “por quien todo es manifestado”.
Afloramos aquí, el Gran Arcano, el más formidable que nos ha sido revelado: el de los Dos Corazones unidos y en el Espíritu Santo, pues los Dos Corazones son Creación y Manifestación, que el Espíritu Santo, da a los mundos creados y manifestados.
Se dice también, que la mística Iniciática, es esencialmente activa y correlativa, ya que la unión con la Divinidad, no se produce de forma exógena, es decir, Dios viene y toma posesión del alma, sino internamente, por transmutación, por evolución espiritual, a través del Conocimiento. Y cito una Logia de Tomás: “Dijo Jesús, el que bebe de Mi boca llegará a ser como Yo, y Yo también seré como él, y lo oculto le será revelado”. Esto significa que no es Dios que se une al hombre y el hombre, colmado de felicidad, desaparece en Dios, sino que el hombre, de transmutación en transmutación, llega a ser Dios, tal como el Cristo lo anuncia en el Evangelio de Juan: “Sois dioses”. (La Escritura llama dioses a los destinatarios de la Palabra). Nosotros somos los destinatarios de Ella si lo queremos de veras; si tenemos la inteligencia lo suficientemente abierta para recibirla, o mejor todavía, si tenemos la voluntad suficiente para conquistarla.
Para comprenderlo, necesitamos Conocimiento. Para llegar a conocer, necesitamos la Fe, y ésta se confirma y demuestra en actos de servicio, y el verdadero servicio, es una misión. Todo empieza por allí, por la aceptación voluntaria de una misión de servicio a la Divinidad. Sin ella, no se puede hablar de Iniciación, puesto que no tendría objeto ni sentido, lo que es contrario a toda idea de Dios.
Pero es tan importante el participar consciente y plenamente en la medida de nuestra capacidad, en la Misión de la Orden, porque es una Misión Superior, que implica por ella misma, la posibilidad de cada uno, de alcanzar también una Misión Superior.
No nos damos cuenta suficientemente, de la suerte que tenemos, y por ignorancia, nos arriesgamos mucho a perderla. Cuidado hermanos y hermanas, manteneros alertas.
Sobre el Conocimiento, decimos que no es el saber, pues el Iniciado, mejor que el sabio, se da cuenta de que no sabe apenas nada, pero que es diferente: no piensa ni actúa como la otra gente, porque ha mutado, ha cambiado radicalmente. Los demás, no le entienden y creen que él tampoco lo hace con ellos, aunque por supuesto, recuerda su paso por las tinieblas.
El conocimiento científico, decía Edison, el 99 % es de sudor y el 1 % de inspiración. Al inicio, el Conocimiento sin adjetivo, es también esta relación 99-1, pero el porcentaje de inspiración, aumenta rápidamente, aunque sin poder rebasar el 50 %, porque en éste plano, más que en ningún otro, todo avance es una conquista difícil, de mucha lucha y esfuerzo, y sobre todo de austeridad, pureza, entrega y humildad.
El verdadero Conocimiento, nos vendrá con los Arcanos Crísticos y Mariales, porque son los Arcanos de la Verdad plena y absoluta, la única Verdad. Si habéis comprendido esto, si lo habéis captado realmente por vuestra inteligencia profunda, os estáis acercando a los Grandes Misterios de la Vida, y la Verdad está penetrando en vosotros.
Confirmación de esto, la tendréis por vuestra evolución interna, porque éste Conocimiento, no es saber intelectual, no es captación por el cerebro. Es mutación del alma y el espíritu; transformación interior que se traduce por un cambio de comportamiento. La cosa es muy clara, si el Conocimiento es verdadero, vuestra manera de vivir habrá cambiado, pero si vuestro comportamiento queda igual que era antes, el Conocimiento no es auténtico y lo que tomáis por él, no es más que una ilusión engañosa.
Pues la Palabra del Cristo es “Espíritu y Vida” que obligatoriamente deben manifestarse en vosotros y por vosotros. El Conocimiento, se manifiesta por una vida espiritual más intensa y una acción más concreta, más generosa, al servicio de la Orden, en el cumplimiento de la Misión, que es la expresión de la Voluntad del Padre.
Por consiguiente, sabréis que estáis progresando en el Conocimiento verdadero, cuando sintáis en vosotros la necesidad imperiosa de dedicaros más a la obra del Padre.
En contrapartida, cuando constatéis que vuestro comportamiento, vuestro servicio a la Orden, quedan los mismos, sabréis que estáis espiritualmente estancados. No podéis engañaros. Porque la Voluntad del Padre, es el perfecto cumplimiento de la Ley que es el verdadero Amor. El Cristo lo dice y lo repite en Su Evangelio: “Si me amáis, guardaréis Mi Palabra..., el que ama, guarda Mis mandamientos”. Para amar, necesitamos ser puros, santos y sabios.
ACERCAMIENTO A LOS GRANDES MISTERIOS
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