EVANGELIO DÍA 11 DE SEPTIEMBRE



Subió Jesús a la montaña a orar y se pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso por nombre Pedro y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Venían a oñirlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de Él una fuerza que los curaba a todos.
(Lucas 6, 12-19)

MEDITACIÓN

Señor, cada día tienes un tiempo de retiro para hablar con Tu Padre, de quien siempre te confiesas el Hijo obediente. Con esto me enseñas, que la oración es una constante en tu vida y tus apóstoles de ayer y hoy, saben que la oración es el alma de todo apostolado.

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