REGLAS COMUNALES (XV)



Capítulo XI

Cómo se han de celebrar las vigilias los domingos

El domingo, levántense más temprano para las vigilias. En dichas vigilias se mantendrá la misma medida, es decir, cantando seis salmos y el verso, como dispusimos arriba, sentados todos convenientemente y por orden en los asientos, se lean en el libro, como más arriba hemos dicho, cuatro lecturas con sus responsorios. Pero sólo en l cuerto responsorio diga el Gloria el que canta y cuando lo comience, al instante se levantarán todos con reverencia.

Después de estas lecturas, seguirán por orden otros seis salmos con antífonas, como los anteriores y el verso. Después de éstos, se léerán de nuevo otras cuatro lecturas con sus responsorios, según el orden que hemos dicho.

Después de esto, se dirán tres cánticos del volumen de los Profetas, los que el Abad determine; estos cantos se salmodian con aleluya. Dicho también el verso y después de dar la bendición el Abad, se leerán otras cuatro lecturas del Antiguo Testamento, de la manera ya dicha.

Después del cuatro responsorio, empezará el Abad el himno Te Deum laudamus. Acabado el himno, leerá el Abad una lectura del volumen de los Evangelios, estando todos de pie con respeto y temor.

Una vez leída, respondan todos "Amén", e inmediatamente entonrá el Abad el himno Te decet laus. Y después de dar la bendición, comenzará el oficio de laudes.

Esta ordenación de las vigilias el domingo debe mantenerse sin cambio en todo tiempo, tanto en verano como en invierno, a no ser que (Dios no lo permita), se levanten más tarde y tengan que acortarse algo las lecturas o los responsorios. Pero se pondrá el mauor cuidado en que esto no suceda y si alguna vez sucediere, el culpable de tal negligencia dará digna satisfacción a Dios en el oratorio.

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