AMOR FRATENO

El amor de Dios hacia nosotros, es el que hemos de imitar en nuestro trato con los demás. Primero en nuestra Comunidad Templaria, después, en todos los que están confiados a nuestros cuidados: Pobres, enfermos, ancianos, niños....
Amor auténtico, como el de Cristo, a fondo perdido, sin esperar recompensa alguna.