EVANGELIO DÍA 2 DE ABRIL



Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania donde vivía Lázaro, a quién había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con Él a la mesa. María tomó una libra de perfume de nardo auténtico y costoso, le ungió los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?. Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón y como tenía la bolsa, llevaba lo que iban echando. Jesús dijo: Déjala, lo tenía gurdado para el día de mi sepultura, porque a los pobres los tendréis siempre con vosotros, pero a Mi no siempre me tendréis. Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, el que había resucitado de entre los muertos. Los Sumos Sacerdotes, decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.
(Juan 12, 1-11)

MEDITACIÓN

Señor, todo es poco para honrarte y para ayudar a los pobres. Me uno a María de Betania para poner mi vida a tus pies y dame fuerzas, Señor, para seguirte hasta la cruz.

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