EVANGELIO DÍA 28 DE JUNIO



Dijo Jesús a sus discípulos: "No todo el que me dice "Señor, Señor", entrará en el Reino de los Cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquél día, muchos dirán: Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?. Yo entonces le declararé: Nunca os he conocido, alejáos de mi, malvados. El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a quél hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa, pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a auél hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa y se hundió totalmente". Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de Su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.
(Mateo 7, 21-29)

MEDITACIÓN

Siempre empiezo estas reflexiones llamándote Señor, convencido de que lo eres y que tu influencia en mi vida sea cada vez mayor. Hoy me dices que no basta la palabra ni el deseo y quiero aceptar siempre la voluntad de lo que manda mi Señor, para que jamás me digas. "No te conozco".

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