EVANGELIO DÍA 8 DE ABRIL



El primer día de la semana, María Magdalrna fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro y vio la losa qitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo al que tanto quería Jesús y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde le han puesto". Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro, se adelantó y llegó primero al sepulcro, y asomándose vio las vendas en el suelo, pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro. Vio las vendas en el suelo y el sudario con el que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrrollado en un sitio aparte. Entonces enró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, vio y creyó. Pues hasta entonces, no habían entendido la Escritura que Él había de resucitar de entre los muertos.
(Juan 20, 1-9)

MEDITACIÓN

Jesucristo, Señor de la Vida que triunfas sobre la muerte, ¡aleluya!, has resucitado como habías dicho. Has triunfado sobre el pecado y la muerte, los eternos enemigos del hombre. Con tu Resurrección, abres ante mi la vida nueva de la Pascua. Señor, líbrame de las ataduras del pecado y de la muerte.

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