EVANGELIO DÍA 1 DE DICIEMBRE



En aquel tiempo, dijo Jesús: “No todos los que me dicen ¡Señor, Señor!, entrarán en el Reino de los Cielos, sino sólo los que hacen la voluntad de Mi Padre celestial. Todo el que oye mis palabras y hace caso a lo que digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa, pero no cayó porque tenía sus cimientos sobre la roca. Pero todo el que oye mis palabras y no hace caso a lo que digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos y la casa se derrumbó. ¡Fue un completo desastre”.
(Mateo 7, 21-24-27)

MEDITACIÓN

Si obedecerte crea en mi la seguridad de una roca ¿por qué me empeño en no hacerte caso?. Si te confieso con mis labios ¿por qué me cuesta confesarte con mis obras?. Si conozco las amenazas, lo que hace daño, lo que destruye, lo que divide, ¿por qué no me tomo en serio tus palabras y Tu persona, Jesús?. Desde donde estoy, Señor, quiero seguir escribiendo mi historia contigo.

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