EL SANTO ROSARIO DE LOS 7 DOLORES DE MARIA, PARA NUESTRO ARREPENTIMIENTO Y EL DEL MUNDO ENTERO.




Autora: Soror S.G.+

Historia.
Origen de los Siete Dolores
Alrededor de 1.245, mientras Florencia era escenario de violentas luchas fratricidas, 7 mercaderes, llamados posteriormente los siete padres fundadores, Alejo, Amadeo, Hugo, Benito, Bartolome, Gerardino y Juan, que tenían en común, una especial devoción a la Virgen, repartieron todos sus bienes a los pobres y se retiraron a vivir en soledad en el monte Senario. Allí construyeron una pequeña casa de madera y un oratorio donde pasaron sus días en comunión fraterna, en oración, penitencia y contemplación, estos fundaron una Orden los siervos de María, dedicada especialmente a la devoción de los dolores sufridos por la Madre de Dios, Jefa de Nuestra Orden, durante su vida, la pasión y la muerte de su Hijo Jesús.

De aquí nace la Corona de los Siervos, la corona de los siete dolores de María.

Lo que solicita la Virgén Santisima María, Madre de Dios, y Madre Nuestra, Jefa de Nuestra Orden, es que a través de este Rosario, solicitemos, EL ARREPENTIMIENTO, POR NOSOTROS Y POR LAS ALMAS DEL MUNDO, los Martes y viernes meditando la Pasión de Jesús.

Composición.

La corona esta compuesta por 7 tramos, en memoria de los 7 principales dolores sufridos por la Virgen;
La profecía del viejo Simeón,
La huida a Egipto,
La perdida de Jesús en el Templo.
Encuentro de María con Jesús camino del Calvario.
La Crucifixión de Jesús.
El Descendimiento de la Cruz y su sepultura.


Como se reza.

La corona esta compuesta por 7 tramos. Cada serie comprende 7 cuentas y para ofrecer una guía visual de su rezo, está introducida por una medalla con dos enganches que representa en el anverso, la efigie de la Virgen de los Dolores y en el reverso, las escenas de los siete dolores que según la devoción popular padeció la virgen durante su vida.

SE COMIENZA.

Haciendo la señal de la Cruz y pronunciando las palabras:

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo. Amén.
Dios mio, ven en mi auxilio.
Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, gloria a la Madre, gloria al Hijo y al Espiritu Santo
Por siempre.

Dios mio, te ofrezco esta corona de los dolores de María,
para mayor Gloria tuya, en honor de la Santa Madre de Jesús.
Meditaré y compartiré sus sufrimientos.

Oh María te suplico, por las lagrimas,
que has derramado en aquellos momentos,
concedeme a mí y a todos los pecadores,
el arrepentimiento de nuestras culpas.
Ten misericordia del Mundo.


Señor mio Jesucristo,
me arrepiento profundamente de todos mis pecados.
Humildemente suplico tu perdón,
y por medio de tu gracia,
concédeme ser verdaderamente merecedor de tu amor,
por los meritos de tu Pasión y tu Muerte,
y por los dolores de tu Madre Santisima.
Amén.

Se comienza en la medalla con un CREDO.

Se sigue con las tres cuentas que unen la medalla terminal con el engarce de la corona, Sobre cada una de las cuentas se repite la invocación.

A mi pecador y a todos los pecadores concede,
 la contriccion perfecta de nuestros pecados.


(continuará)

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