EVANGELIO DIA 25 DE JUNIO



Cuando Jesús bajó del monte, le seguía mucha gente. En esto, se le acercó un hombre lleno de lepra, que se puso de rodillas delante de él y le dijo: “Señor, siguieres, puedes limpiarme de mi enfermedad”. Jesús le tocó con la mano y dijo: “¡Quiero!, ¡queda limpio!”. Al momento, el leproso quedó limpio de su enfermedad. Jesús añadió: “Mira, no se lo digas a nadie. Pero ve, preséntate al sacerdote y lleva la ofrenda llevada por Moisés; así sabrán todos que ya estás limpio de tu enfermedad”.

(Mateo 8, 1-4)



MEDITACIÓN



Para ser curados de los demonios que nos atormentan, debemos buscar toda la ayuda posible. Dios está esperando a que nos decidamos a cambiar para darnos la gracia y la fuerza que necesitamos para hacerlo.



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