EVANGELIO DÍA 16 DE MAYO



En aquel tiempo Jesús dijo: “Yo soy el Buen Pastor. El Buen Pastor da Su vida por las ovejas, pero el que trabaja solamente por el salario, cuando ve venir al lobo, deja las ovejas y huye, porque no es el pastor ni son suyas las ovejas. Entonces el lobo ataca a las ovejas y las dispersa en todas direcciones. Ese hombre huye, porque lo único que le importa es el salario, no las ovejas. Yo Soy el Buen Pastor. Como Mi Padre me conoce y Yo conozco a Mi padre, así conozco a mis ovejas y ellas me conocen a Mi. Yo doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil y también a ellas debo traer. Ellas me obedecerán y habrá un solo rebaño y un solo pastor. El Padre me ama porque Yo soy mi vida para volverla a recibir. Nadie me quita la vida, sino que la doy por propia voluntad. Tengo el derecho de darla y de volverla a recibir. Esto es lo que me ordenó Mi Padre”.
(Juan 10, 11-18)

MEDITACIÓN

Una de las tareas más difíciles en nuestra vida, es reconocer la voz del Señor en medio de tantas voces y mensajes que aturden la mente y la conciencia. El segundo paso, es obedecer esta voz, que nos guía a un lugar seguro. Quien no discierne, no distingue; quien distinguiendo no obedece, es un necio, porque la propuesta de Jesús es siempre dar  vida, aunque haya de sufrir un poco siguiéndole.

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