COMO EL HOMBRE PIENSA (VI)



VI. Si tu ojo o tu mano te escandalizan, arrójalos de ti.

La integridad del alma, es lo único que importa y por eso Jesús, se esfuerza en hacernos comprender, la abrumadora importancia de esta verdad profunda y enseñarnos como realizarla.

El nos dice que ningún sacrificio es grande si asegura la integridad del alma y todo lo que lo impida, debe abandonarse cueste lo que cueste, porque todas las demás cosas dependen de ella. Todo lo que se oponga a nuestra comunión con Dios, debe desaparecer. A veces son profesiones, compañeros o grupos que nos impiden avanzar en el camino, pero no debemos vacilar: Hay que pagar el precio.


(continuará)


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