REFLEXIONES SOBRE LOS VALORES DE LA CABALLERÍA (III)



El Caballero debe usar las cosas que son propias de la Orden de Caballería en cuanto al cuerpo, y las del alma (justicia, sabiduría, caridad, lealtad, verdad, humildad, fortaleza, esperanza, experiencia..) que son virtudes propias de la Caballería.



Oficio de Caballero es mantener la tierra, pues por el miedo que tienen las gentes a los Caballeros dudan en destruir las tierras, y por temor de los Caballeros, dudan los reyes y los príncipes en ir los unos contra los otros.



Los príncipes malvados, no solamente son contrarios a la Orden de Caballería en sí mismos, sino también en sus súbditos, en quienes deshacen la Orden de Caballería. De donde, si expulsar a un Caballero de la Orden de Caballería es muy grande maldad y gran vileza de corazón, ¡cuánto peor obra aquel que expulsa a muchos Caballeros de la Orden de Caballería!.



¡Qué gran fuerza de corazón reside en Caballero que vence y somete a muchos malvados caballeros!.



Si la Caballería residiera más en la fuerza corporal que en la fuerza del corazón, se seguiría que la Orden de Caballería concordaría mejor con el cuerpo que con el alma; y si así fuese, el cuerpo tendría mayor nobleza que el alma. Pero la nobleza de corazón no puede ser vencida ni sometida por un hombre ni por todos los hombres que existen, y un cuerpo puede ser vencido y apresado por otro, el Caballero malvado que teme más por la fuerza de su cuerpo, cuando huye de la batalla y desampara a su señor, que por la maldad y flaqueza de su corazón, no cumple con el oficio de Caballero ni es servidor ni obediente a la honrada Orden de Caballería, que tuvo su principio en la nobleza de corazón.



Tú, Caballero, si quieres y amas mucho a la Caballería, debes esforzarte para que, cuanto más te falten compañeros y armas y provisión, tengas mayor coraje y esperanza contra aquellos que son contrarios a la Caballería. Y si tú mueres por mantener la Caballería, entonces tú aprecias la Caballería en lo que más la puedes amar, servir y considerar; pues la Caballería en ningún lugar reside como en la nobleza de corazón. Y ningún hombre puede amar ni honrar ni poseer mejor la Caballería que aquel que muere por el honor y la Orden de Caballería.

(continuará)

Copyright. Todos los derechos reservados. Orden de Sión.